Ventajas de una oficina en un centro de negocios VS oficina convencional.
Cada día, son más las personas que se decantan por alquilar una oficina en un centro de negocios. Tanto empresas como autónomos están conociendo cada día las ventajas que esto supone, se olvidan de una oficina convencional con sus inconvenientes y se dejan llevar por la comodidad de que te den todo hecho.
En este post, vamos a comentar ventajas de escoger un espacio en un workspace/centro de negocios frente a escoger establecer tu lugar de trabajo en unas oficinas convencionales.
Ventaja #1. La Inmediatez.
El workspace/coworking tiene una ventaja principal sobre la oficina convencional, que es la inmediatez. Desde el momento en el que decides decantarte por un espacio flexible podrás empezar a trabajar, desde ese mismo instante. El centro pondrá a tu disposición todo lo necesario para que tu única preocupación sea centrarte en tu negocio.
Ventaja #2. La Eficacia.
El segundo punto clave es eficacia. Todos los servicios necesarios ya están instalados y en funcionamiento, por lo que no tienes que hacer nada, solo dejarte llevar. Olvídate de pensar en mobiliario, porque lo tienes todo montado según las necesidades de tu negocio.
Tendrás todos los servicios necesarios para tu empresa, acceso a internet de alta velocidad, servicios de luz, agua calefacción etc. El servicio de limpieza operativo desde el primer momento, espacio con empresa de seguridad, un seguro para tus bienes. Todos los servicios ya incluidos en el precio de la oficina. Dispondrás de opciones de impresión, y de todos los servicios necesarios. Todo ello, de forma inmediata y sin que te suponga un esfuerzo y una pérdida de tiempo.
Poder disponer de amplios espacios comunes, que de otro modo no podrías, es otra de las grandes ventajas. Salas de reuniones cuando las necesite, incluso pudiendo contratar un servicio de desayuno y/o comida para que no te tengas que preocupar por nada. Salas equipadas con la última tecnología sin invertir un céntimo en ello. Para tus momentos de relax contarás con diferentes office, zonas de relax para desconectar o si tienes suerte un área al aire libre que te permitirá incluso romper las reglas y organizar tus reuniones al aire libre.
Ventaja #3. La Profesionalidad.
Una fortaleza importante del espacio flexible vs la oficina convencional es la profesionalidad que te ofrece. Disponer de un equipo especializado en la atención al cliente es un alto valor añadido respecto a la competencia. Mantener un equipo de recepción 12 horas al día es algo costoso y complicado, que podrás tener en un workspace de forma fácil y barata. Todos estamos acostumbrados a llamar a una empresa para pedir presupuesto y que simplemente no nos atiendan el teléfono. Algo tan habitual es simplemente incomprensible… ¿cómo vamos a dejar de atender a un cliente por no poder coger el teléfono?
Ventaja #4. La Sinergia.
Otro punto a favor del workspace o coworking es la sinergia que surge entre las empresas ubicadas en el mismo. Un centro de negocios es un ecosistema donde emprendedores, start-up y profesionales intercambian experiencias e información, creando relaciones profesionales que les pueden resultar interesantes, y que pueden acabar convirtiéndose en negocios.
Ventaja #5. La Imagen.
Al escoger tu workspace estás decidiendo la imagen que quieres mostrar a tus clientes. A través de un espacio flexible podemos contar con una ubicación que sería costosísimo tener en otro caso, así como instalaciones que aportarán prestigio.
Ventaja #6. Flexibilidad en el Crecimiento.
Otra gran ventaja es la flexibilidad en el crecimiento, si tu negocio prospera y necesita incrementar tu personal, es tan sencillo como cambiar a una oficina mayor dentro del mismo espacio flexible o ampliarlo, sin necesidad de cambiar su ubicación.
Ventaja #7. Ahorro Económico.
Quizás la mayor ventaja de decantarse por este tipo de espacios flexibles es el ahorro en la inversión inicial. Generalmente el coste de reformar un espacio para oficinas ronda los 300-500€/metro cuadrado, así que la inversión se puede disparar fácilmente a los 30-50.000€ por una oficina de 100 metros cuadrados. Muchos emprendedores desconocer las exigencias que existen a día de hoy para conseguir una licencia de actividad. Cosas como contar con un baño de minusválidos, pasillos accesibles de 120 centímetros de ancho, luces de emergencia y plan de evacuación, o instalación eléctrica libre de alógenos son algunos de los requisitos imprescindibles para poder optar a conseguirla.
Como conclusión, estas ventajas se acaban traduciendo en un ahorro económico en todos los sentidos y un incremento de la productividad para tu negocio. Poder permitirse un espacio en una zona de Madrid que excede tu presupuesto es algo perfectamente posible a través de un workspace.
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¿Qué pasa cuando hay malas noticias? Inspira Workspaces te ayuda a expresarte.
Es curioso lo fácil y sencillo que nos resulta comunicar una buena noticia. Sin embargo, ¿nos pasa lo mismo cuando la noticia a comunicar es negativa? ¿Quién no ha preparado y practicado su “bad news speech” frente al espejo una vez tras otra para elegir tus palabras con el máximo tacto posible? Este post va dirigido a facilitar algún consejo práctico que pueda servir al emisor de la noticia para aprender cómo no cometer errores en la comunicación de la misma.
Malas noticias en el ámbito laboral.
Da igual el ámbito en el que nos encontremos. Nunca resulta sencillo darle a alguien una mala noticia. Realmente, supone una tarea complicada para el emisor de dichas noticias, una habilidad que requiere de aprendizaje y mucha experiencia empática.
En la atmósfera laboral, ¿alguna vez te has visto en la situación de comunicar una mala noticia a un cliente? Verdaderamente, es una situación bastante desagradable para ambas partes y como bien sabemos, no nacemos aprendidos y es posible que no sepamos cómo desenvolvernos ante ello. Esto hace que retrasemos el comunicado, esperando un momento o circunstancia idílica que acaba por no llegar nunca. Lo único que conseguimos es seguir estirando la cuerda y tensando más y más la situación, sabiendo en nuestro fondo, y no tan en el fondo, que esa incómoda conversación tendrá que llegar a producirse en algún momento.
Mucho cuidado con no dañar tu imagen corporativa.
En la realidad actual en la que vivimos, tenemos que tener muy en cuenta que la globalización y la viralización de opiniones a través del mundo digital son factores que pueden significar una gran sinergia parta las empresas pero también una amenaza para su imagen corporativa. Una mala opinión de un cliente en un comentario a través de por ejemplo, las redes sociales, puede suponer un gran impacto en la imagen de la entidad, ya que somos seres sociales que confiamos prácticamente a ciegas en la opinión ajena del desconocido ante una vivencia o experiencia. De hecho, es bastante más probable que una persona se fíe mucho más de un comentario negativo que de uno positivo. Somos así.
Un fallo comunicativo puede desembocar en reacciones desmedidas en un cliente que decide transmitir su opinión sobre la carencia comunicativa de una empresa y/o la mala vivencia que le ha hecho experimentar. Esta opinión está al alcance de cualquier persona en un ámbito mundial, lo que puede afectar considerablemente a la reputación de la marca aludida.
Por todas estas razones, es muy importante saber hacer llegar esas desagradables noticias con el objetivo de suavizar la incomodidad y el efecto en la reacción del cliente.
Ponte en su lugar.
EMPATIZA. ¿Alguna vez has sentido que no te están escuchando y sientes una falta de apoyo o de la debida atención que te mereces? Las personas somos seres sensibles y fácilmente ofendibles. Nos gusta sentirnos atendidos, sentir que aportamos algo valioso a la conversación, que el resto de oyentes nos presta su atención y que además se esfuerza por asimilar y comprender tus palabras. Es por ello que la empatía es absolutamente necesaria en cualquier comunicado que debamos realizar.
Cuando comunicamos una mala noticia, en primer lugar, debemos utilizar un tono neutro y claro, tratando de transmitir sinceramente la noticia pero siendo completamente directo y transparente. Cada problema es diferente, por lo que es aconsejable adaptar nuestro tono y formas a la intensidad de dicho incidente.
Es absolutamente necesario estar pendiente de cómo está viviendo nuestro cliente esta situación. No podemos perder de vista sus gestos, sus actos no verbales, los cuales nos dirán más de su reacción que las propias palabras.
Muéstrate comprensivo ante su respuesta, que puede llevar aparejada una serie de preguntas o quejas que, lógicamente, surgen de su propio punto de vista y forma que tiene de ver la situación que le explicas. Uno de nuestros mayores errores, ya no como empresario, si no como seres humanos, es pensar que el resto de personas sentirán lo mismo que sentiríamos nosotros ante la exposición a una misma situación. Nada más lejos, cada persona tiene su propio mundo interno, que le hace procesar una misma información de forma única y no comparable.
Transmite tranquilidad y calma con tus palabras y tono.
Numerosos estudios psicológicos confirman que cuando una persona recibe una mala noticia de forma calmada, clara y sosegada y posteriormente se siente escuchada y comprendida, asume y procesa una información negativa de una forma muchísimo menos agresiva y mucho más objetiva. Si le damos a entender que le comprendemos y que sabemos mirar la situación desde el lugar en el que él se encuentra, conseguiremos conectar afectivamente con nuestro cliente, obteniendo una mejor respuesta por su parte.
Trata de ser cercano.
La cercanía también conforma un factor relevante en este aspecto. Y no solo me refiero a la cercanía en el tono de tus palabras, sino a la cercanía física. Debemos tratar de que no existan muebles separadores entre emisor y receptor, y es importante que los ojos de ambos se sitúen a la misma altura. De esta forma, transmitimos al cliente que no nos encontramos en una situación de superioridad, eliminando la percepción de desequilibrio de poder.
El hecho de estar sentados también facilita el destensar la atmósfera de la sala. Nuestros músculos se relajan y nuestro cerebro puede concentrarse mejor en la información que recibe. Bien es cierto que en una conversación tendemos a imitar la postura de nuestro interlocutor, por lo que si el portador de las malas noticias se muestra en una postura relajada y calmada, lo más probable es que el cliente acabe por imitarle inconscientemente, sintiéndose más tranquilo y sosegado, es el efecto de las neuronas espejo.
Finalmente, no es aconsejable el contacto físico directo antes de comunicar la noticia, debido a que nuestro cliente pueda percibir que algo no va bien y comience a experimentar un creciente estrés que no le permita centrarse y escuchar con atención la información que le queremos transmitir. En cualquier caso, y siempre que lo veamos apropiado, podemos acercarnos más al cliente tras la conversación y a modo de reconforte o comprensión.
El momento y el lugar.
El contexto. Aunque pueda no parecerlo, el lugar que escogemos para expresar nuestros comunicados resulta muy importante. Cuántas veces hemos escuchado, “no era ni el momento ni el lugar para tener esta conversación” o “debería haber esperado a un mejor momento para decirle esto” o “No sé cómo decirlo a la cara ¿y si se lo mando por escrito en un WhatsApp?” Debemos asumir que ciertas conversaciones, debido a su importancia y urgencia, deben programarse en un punto en el espacio y el tiempo y llevarse a cabo en persona, por mucho que nos cueste afrontar ese momento.
Es aquí donde los centros de negocios/coworkings/workspaces ofrecen una excelente oportunidad para este tipo de circunstancias. El poder contar con una sala privada, completamente adecuada a modo de oficina, que ofrece comodidad y mobiliario oportuno para cada situación, facilita inmensamente a las empresas el llevar a cabo estas reuniones. Acostumbrado a este tipo de reuniones/encuentros, el personal del centro puede crear una atmósfera más adecuada para la situación. No dudes en comentar el carácter de la reunión, pues así el equipo del espacio podrá ayudarte mucho mejor. Una sonrisa a la llegada, un café de bienvenida, o una actitud servicial pueden ayudar a bajar las barreras defensivas y permitir que el mensaje llegue de forma más suave.
Por último, aquí os dejo un interesante vídeo, creado por Matías Yabar-Dávila, abogado, empresario y coach en Coach Social, que trata justamente de lo que venimos hablando a lo largo de este post: cómo dar una mala noticia y la importancia de la sensibilidad en cuanto a suavizar las reacciones de nuestro receptor:
Como conclusión…
Lo más importante, recordar en cada momento que todos somos humanos, que nos dirigimos a personas como nosotros, que sienten y padecen y que merecen un trato respetuoso. Si no olvidamos esto, y actuamos bajo dicha doctrina, será muchísimo más probable que consigamos transmitir nuestro mensaje, aunque sea de malas nuevas, de una forma mucho más sutil y menos traumática.
De hecho, mirémoslo desde otro prisma. Podríamos conseguir darle la vuelta a la tortilla. ¿Qué cómo? Imaginemos qué lo que necesitamos es corregir una actitud de uno de nuestros subordinados, podemos tratar de transmitir nuestra mala noticia no como un mensaje recriminatorio o con un tono de reprimenda, si no como un mensaje motivacional hacia nuestro compañero, un mensaje que le motive a luchar con más fuerza que nunca y lograr que la próxima reunión que mantengáis tenga como objetivo el darle la más sincera enhorabuena por su esfuerzo y colaboración en la obtención de tan buenos resultados.
En resumen, tratemos de pensar en nuestro interlocutor, y pongamos como objetivo tratar de que el mal trago sea una oportunidad para mejorar.
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